martes, 16 de mayo de 2017

De tú a tú con Saúl Blanco, el crack asturiano de la ACB.


Llega sonriente, acompañado de uno de sus apoyos indispensables en su día a día. No nos conocemos personalmente, aunque ya hemos hablado alguna que otra vez durante las últimas semanas. Ya sin haberle conocido en persona, sé de Saúl que es un tipo sociable, risueño, alegre y muy trabajador. No ha tenido problema en coger el coche y venir hasta el lugar en el que trabajo para conocernos y hacer esta entrevista, lo cual dice mucho de la clase de persona que es. Como os digo, le acompaña uno de sus amigos, Jorge Campomanes, entrenador asturiano de baloncesto y desde hace unos meses, amigo. Ambos llegan riendo a la puerta de la oficina y nada más abrirla, ya sé que esta cita va a ser un éxito.

Saúl Blanco González, jugador de baloncesto profesional, es de esas personas que, cuando la miras a los ojos, te transmiten serenidad y optimismo. Hablar con él durante un rato te transporta perfectamente a los lugares o situaciones que te está describiendo, las vive de nuevo al mismo tiempo que te las hace ver a ti. Es divertido, paciente y trabajador, mucho, y eso le ha llevado a estar donde está y le ha ayudado a ser como es.
 
Sorprendentemente, y a pesar de una trayectoria deportiva que muchos quisieran para sí, Saúl, con casi trescientos partidos jugados en la máxima categoría del baloncesto español, no tiene en su estantería ningún reconocimiento a su carrera de la comunidad autónoma a la que pertenece (Asturias), lo que me hace pensar si aquí, en esta tierra que tantas tardes de buen basket me ha dado, sabemos apreciar realmente lo que tenemos… No es que él necesite que nadie lo agasaje, nada más lejos de la realidad, sino que creo que habría que hacerlo. Por tanto, y desde esta más que humilde publicación, va mi homenaje a un hombre que, además de superarse durante años en cada una de las canchas que ha pisado, se supera cada día saltando las piedras que la vida le va poniendo, con una sonrisa en los labios y mucha voluntad. Además hoy, 16 de mayo, cumple años, y qué mejor manera de felicitarle que haciéndoos llegar un poquito de este Saúl que tuve la oportunidad de conocer hace unos días y con el que tuve el gran placer de compartir una tarde de turismo inesperado.

EBIP: Buenas tardes, Saúl. Bienvenido a este rincón, donde el baloncesto cobra algo de vida y nos acerca más personalmente a nuestros ídolos. Tengo que decirte que es un enorme placer para mí tenerte aquí y poder conversar un rato contigo. Espero que tu también lo pases bien…

SB: Muchas gracias, Isa. Es un placer conocerte y hacer esta entrevista.

EBIP: Curioseando por ahí, me di de bruces con mi primera pregunta para ti… Cuéntanos, por favor, ¡de dónde nació tu afición por los videojuegos!! ¡Te encantan!

SB: Siempre me han gustado, desde que era pequeño y comencé a jugar con la mítica Gameboy. Más adelante, en los equipos en los que he jugado, organizábamos quedadas un día a la semana para jugar unos cuantos amigos; jugábamos al Mario Kart de Wii y los piques que había todavía perduran hoy en día. Aunque tengo que decir que en estos últimos dos años la afición sigue ahí, pero ya no puedo estar más de una hora seguida jugando, ¡creo que nos vamos haciendo mayores! Eso sí, no me pierdo alguno de los torneos de videojuegos que echan por Youtube.

EBIP: ¿Qué es el baloncesto para ti, un juego o un trabajo? Imagino que con el paso de los años la percepción que tenías de él ha ido cambiando.

SB: Para mí el baloncesto sigue siendo un juego. Lo era cuando empecé a jugarlo hace más de veinte años y lo sigue siendo ahora. Me gusta jugar, competir, entrenar, y si tengo una mañana o tarde libre me gusta ir al pabellón a tirar o a sudar un rato. Me encanta este deporte. Está claro que a lo largo de los años se ha convertido en un trabajo, pero solo por el hecho de que me gano la vida con él. A día de hoy, el baloncesto sigue siendo un hobby para mí (aunque en ocasiones me paguen por ello), en el momento en que esa percepción que tengo de este deporte cambie sé que habrá llegado la hora de colgar las botas.
 

EBIP: Cuando estás en la cancha y miras a tu alrededor, ¿qué sientes?

SB: Es una sensación muy difícil de describir. No te das cuenta de lo que se siente, o de lo importante que es hasta que no pasas un tiempo sin sentirlo. Por ejemplo, a raíz de estas dos últimas lesiones que me han tenido y me siguen teniendo apartado de las canchas más de dos años ya, he vuelto a sentir cosas que me había olvidado que estaban ahí, porque ya eran algo habitual en mi vida. Acciones tan simples como poder tocar un balón, poder trotar con él, hacer una sesión de tiro, volver a entrar en un grupo, volver a entrenar… Y aún me queda lo mejor que es volver a competir, volver a estar delante de gente que está deseando verte jugar y hacerlo bien para tu satisfacción personal y para la suya.

EBIP: ¿Crees que naciste para ser jugador de baloncesto?

SB: No. Simplemente soy una persona normal y corriente que un día con 11 años decidió apuntarse a un deporte de equipo, y finalmente ha conseguido vivir unos años de este deporte.

EBIP: ¿Es una forma de vida para ti?

SB: El baloncesto es un hobby para mí, y como a cualquier persona que tiene un hobby, me encanta. Sí que es cierto que, cuando entras en el mundo del baloncesto profesional, tu forma de vivir cambia. Tienes que olvidarte de tener fines de semana libres, vacaciones o puentes desde agosto hasta mayo/junio; tienes que pensar en el entrenamiento siguiente, en el partido de el próximo domingo; en mantener tu cuerpo en las mejores condiciones posibles (al fin y al cabo es tu herramienta de trabajo); pero también en tener tu mente despejada, tener alguna actividad o afición alternativa ayuda mucho, y aunque no lo creas estudiar es una buena forma de evadirse de algunos problemas. Por lo tanto, y visto desde esta perspectiva, sí que podría decirse que es una forma de vida, pero en el fondo sigue siendo un hobby convertido en trabajo para mí.

EBIP: Pregunta obligada, Saúl… ¿Cómo te encuentras de tu lesión? ¿Crees que podremos disfrutar de tu juego la próxima temporada?

SB: La lesión ha sido complicada y la recuperación está siendo muy larga. A día de hoy (3 de mayo 2017) han pasado once meses desde que me operé y no he parado de trabajar para volver a pisar una cancha de baloncesto vestido de corto. Aún me queda tiempo para volver a estar a tope, pero tengo el objetivo de volver entre ceja y ceja desde el principio y a ganas y a trabajo no me gana nadie.
 

EBIP: ¿Alguna pista sobre dónde vas a jugar?

SB: De momento ninguna pista, ni aunque quisiera dártela, porque es demasiado pronto.

EBIP: De todos los formadores / entrenadores con los que has coincidido a lo largo de tu carrera, ¿a cuál recuerdas con más cariño?

SB: De todos los entrenadores se aprende algo, aunque lógicamente a algunos se les toma más cariño que a otros. A medida que pasan las temporadas y echas la vista atrás recuerdas con mucho cariño los primeros años de baloncesto, cuando la gran mayoría de cosas que te enseñaban eran nuevas para ti, algunas frases o ejercicios no se me olvidarán en la vida e incluso los utilizo yo cuando entreno a niños. Pero, si tuviese que quedarme con algún entrenador, me quedaría con dos de ellos. El primero, Charly Sainz de Aja, lo tuve en la Selección Española Cadete, con la que conseguimos una medalla de bronce en el Europeo de Riga 2001. En ese equipo había jugadores como Marc Gasol, Rodrigo San Miguel, Rudy Fernández, Miquel Feliú… Guardo muchos buenos recuerdos de ese campeonato y de todas las concentraciones, ya que era la primera vez que iba a una selección, aunque anteriormente había estado en las concentraciones de detección de talentos de la FEB; hice muy buenos amigos allí… Afortunadamente, conseguimos una medalla y logramos ser considerados deportistas de élite durante los próximos años, lo que tenía mucho valor, ya que nos permitía entrar en cualquier carrera universitaria sin necesidad de llegar a la nota mínima solicitada.

El segundo de ellos es Alejandro Martínez. Además de ser una persona excepcional, es un gran entrenador; le estoy muy agradecido porque, después de unos años no muy brillantes en Málaga, me dio la oportunidad de volver a sentirme importante en un vestuario y en una cancha de baloncesto, además de devolverme la sonrisa en la pista. Nunca olvidaré su llamada que fue la que finalmente acabó de convencerme de que firmase con el CB Canarias (ahora llamado Iberostar Tenerife).

EBIP: ¿Cuántas veces, a lo largo de estos meses que has pasado en Oviedo, en tu casa, te han preguntado si vas a jugar con el Unión Financiera?

SB: ¡Buuuuf! Últimamente no mucho, porque la temporada está terminando y ya está claro que voy a pegarme este año en blanco. Pero, a principio de temporada, unas cuantas veces, jajajaja. Sobre todo, aficionados y amigos cuando voy a ver los partidos de LEB Oro. Por cierto, aprovecho la ocasión para felicitarles por su pase a semis y desearle la mayor de las suertes a la entidad, que ha hecho una temporada fantástica. Ojalá consigan ese ascenso a ACB, sería el broche perfecto.
 

EBIP: ¿Te sientes querido en Asturias?

SB: A raíz de esta recuperación y la larga temporada que estoy pasando en mi casa he notado cómo todo el mundo y todos los equipos o instituciones me ofrecían su ayuda para la recuperación o para cualquier cosa que he necesitado. Aprovecho también para agradecer su ayuda a Ramón Tuero de Deportes del Principado, Ayuntamiento de Oviedo por medio de su Concejalía de Deportes, Patronato de Deportes de Gijón, Gijón Basket (directiva, entrenadores y jugadores), Oviedo Baloncesto (directiva, entrenadores y jugadores), Real Oviedo de fútbol, Colegio École (entrenadores, jugadores), Agustín Munarriz (preparador físico y entrenador ayudante del OCB), a los fisios con los que he trabajado (Lorenzo del Pozo y todo su equipo y Enrique de la Clínica San Agustín Gijón) y Jorge F. Campomanes por la ayuda durante todos estos meses.

Pero sí que es cierto que al llevar prácticamente toda mi vida deportiva fuera de la comunidad te sientes un poco abandonado. Pienso que se debería de cuidar más al deportista asturiano, no solo cuando se encuentra dentro de la comunidad, sino cuando también está fuera de ella. Si en Asturias se tratase al deportista asturiano como tratan en otras comunidades o ciudades a los suyos, estoy seguro de que el deporte asturiano conseguiría pegar un salto de calidad importante.

EBIP: ¿Te sientes más valorado en tu tierra, Asturias, o fuera de ella? ¿Cómo te trata la gente que se cruza contigo por la calle?

SB: Lógicamente, en el ámbito personal me siento más querido en casa, aquí está mi familia, mis amigos, gente que conozco y a la que tengo mucho aprecio. Deportivamente, siento que estoy mejor valorado fuera de Asturias, pero es normal porque hay mucha gente relacionada o no con el baloncesto en mi tierra que no me ha visto nunca jugar. Nunca he sido ni me he sentido un jugador famoso, por lo que, que me reconozcan por la calle, y sobre todo en Oviedo, me sigue sorprendiendo. En las ciudades donde juegas es normal que te conozcan, o incluso te paren para darte ánimos, o para sacar una foto.

 EBIP: Imagino que ir con quince años a jugar fuera de casa, en tu caso al País Vasco, debió de ser para ti una especie de aventura soñada. ¿Algo que te haga sonreír de aquella época cuando lo recuerdas?

SB: Cada vez que recuerdo esos años siempre aparece una ligera sonrisita en mi cara. Fueron cuatro años fantásticos y todos sabemos que esos años (de los 14 a los 18) son complicados. Sigo manteniendo el contacto con alguno de mis compañeros de esa época y cuando hablamos parecemos dos abuelos recordando y contando batallitas, pero no son más que anécdotas y alguna travesura de la adolescencia.
 

EBIP: Fuiste candidato a jugador revelación en la temporada 2005-2006, ¿crees que ese fue tu mejor año?

SB: Mi temporada debut en la ACB fue algo extraña. Los primeros meses no jugaba muchos minutos, y fue duro, porque para un jugador de veinte años trabajar durante toda la semana para llegar al fin de semana y no conseguir jugar ni un minuto es duro. Pero ese año, en febrero o marzo creo recordar,  se lesionó el alero americano que teníamos y entonces tuve mi oportunidad de jugar más minutos.

Para mí, la mejor temporada de mi carrera hasta hoy, creo que ha sido la temporada 13-14 en el CB Canarias. Es posible que los números de esa campaña no sean los mejores (los mejores serán los de la temporada 2008-09 en el Fuenlabrada junto a Brad Oleson), pero la madurez y las sensaciones que tuve durante cada uno de los partidos, desde mi punto de vista, han sido las mejores.

EBIP: De los jugadores con los que te has enfrentado, ¿cuál ha sido para ti el más difícil de parar?

SB: Siempre me hacen esta pregunta y la respondo sin dudarlo. A pesar de haberme enfrentado a grandísimos jugadores, el que más me ha costado, y con el que más me he “peleado” ha sido con Brad Oleson. Al estar juntos en la plantilla del equipo de Fuenlabrada nos tuvimos que defender durante toda la temporada en cada uno de los entrenamientos porque, a pesar de que jugábamos muchos minutos juntos en los partidos, durante toda la temporada solo estuvimos en el mismo equipo entrenando en una ocasión. Éramos rivales de entrenamiento.

EBIP: El baloncesto ha evolucionado mucho desde que debutaste en Gijón, ¿qué echas de menos de esa época y qué no volverías a hacer si pudieras elegir?

SB: Lo que más echo de menos de esos años es volver a sentir la novedad que viví al ser un jugador novato, para el cual todas las cosas que ocurrían eran  nuevas. La sensación es muy parecida a cuando sacas a un niño pequeño por primera vez en Navidad, que va mirando ensimismado todas las luces y la parafernalia que se ha puesto por las calles.

Durante esas temporadas no hay nada que no volvería a hacer. Trabajé duro, hice muchas “horas extra” en el Pabellón de La Guía y estudié todo lo que pude (estaba haciendo Telemática, y entre entrenamientos, clases y prácticas no me quedaba mucho tiempo libre). Tal vez podría haber disfrutado un poco más de esos años, haberme tomado la vida con otra filosofía, pero a lo mejor ahora no podría decir que tengo casi 300 partidos en ACB a mis espaldas.

EBIP: Por cierto, ¿qué opinas de ese rumor que habla de un posible ensanchamiento de la pista de juego?

SB: Es la primera noticia que tengo sobre esto. Sí que es cierto que cada vez los jugadores son más altos, más fuertes, más rápidos, saltan más… Y en ocasiones el campo puede llegar a quedarse pequeño. Ya ocurrió con la línea de 3 puntos, que tuvieron que alejarla porque los jugadores se habían acostumbrado a ella. El baloncesto es un juego, y para que siga siendo interesante y atractivo tiene que evolucionar. En estos últimos años han sido muchos los cambios en la normativa: 4 cuartos en vez de 2 mitades, 8 segundos para pasar a campo ofensivo, 24 segundos de posesión, 14 segundos tras rebote de ataque, eliminación de las faltas tácticas…. No sabemos lo que pasará en el futuro, pero es posible que puedan agrandar el campo o incluso subir un poco la altura de las canastas y, cuando eso u otras cosas sucedan, habrá que adaptarse.
 
EBIP: Suelen decir que las generaciones de buenos deportistas se dan cada cierto tiempo, que son ciclos que se repiten. En España hemos tenido y tenemos varias generaciones de buenos jugadores de baloncesto que siguen dando qué hablar y a los que aún les queda mucho que decir, entre ellos, tú. ¿Cuál crees que es el secreto para seguir cosechando tantos y tan buenos jugadores?

SB: El secreto se define en dos palabras: buen trabajo. Desde hace unos años, España ha conseguido muchísimos éxitos internacionales con la cantera, y esto es así por el buen trabajo que se viene haciendo de base con los jugadores. Hay que mentalizar a los entrenadores de que ganar es bonito, pero la satisfacción de conseguir formar grandes jugadores y que estos niños lleguen a ser jugadores profesionales no tiene precio. Ojalá yo pueda decir dentro de unos años, mientras veo un partido de baloncesto por la televisión: “¿Ves a ese de ahí? Yo lo entrené cuando no llegaba con el balón a la canasta”. Creo que ese debe ser el objetivo de todo entrenador de cantera muy por encima de ganar un campeonato o quedar en mejor posición que uno u otro club.

EBIP: ¿Qué jugador de baloncesto crees que ha marcado un antes y un después en la historia de este deporte? ¿Por qué?

SB: Si hablamos de baloncesto a nivel mundial ha habido muchos jugadores que han marcado un punto de inflexión, dependiendo de la época: Will Chamberlain en los 60-70, Magic y Larry Bird en los 80, Jordan en los 90, Lebron James en la época actual…

Si hablamos a nivel nacional, no hay duda de que la aparición de Pau Gasol ha marcado un antes y un después de lo que ha significado el baloncesto en nuestro país: número 3 del draft, primer español en muchos años en la NBA, rookie del año, dos anillos con los Lakers… Y luego, todos los éxitos que ha conseguido con la Selección Española. Ha convertido a la ÑBA en todo un fenómeno veraniego, que los pabellones se llenen por ver al combinado nacional, que se agoten las entradas, que la FEB consiga la repercusión mediática que tienen hoy en día, y que el baloncesto haya llegado a muchos más lugares de España.

EBIP: ¿Cómo ves la evolución del baloncesto femenino?

SB: Lo siento, pero no puedo hablarte del baloncesto femenino porque no lo sigo nada. Y como dicen las personas sabias, es mejor no hablar de lo que no se sabe.

EBIP: Un consejo para los chavales que empiezan a conocer este deporte y que creen que saber jugar a baloncesto es suficiente en la vida…

SB: Lo primero, y aunque suene a tópico, que siempre va a haber uno mejor que tú, más rápido que tú o con mejor mano que tú. La vida laboral de un deportista profesional es muy corta: si tienes suerte puedes debutar a los 18-19 años y retirarte a los 38-39. Son 20 años de entrenamientos, viajes, partidos, competiciones, victorias y derrotas. En todo ese tiempo hay que prepararse para el futuro porque, una vez se termina tu carrera deportiva, aún te quedan muchos años de vida. A parte de los hobbies, que son buenos para evadirse del mundo de la pelota, es necesario estudiar algo (ya sea una carrera, un módulo, un curso o algo similar). El estudiar te obliga a planificarte, ya que tienes unos exámenes o pruebas a los que quieres llegar en las mejores condiciones posibles; te ayuda a mantener la concentración; a ejercitar la mente; a tener una constancia que te ayudará en el deporte y, sobe todo, te dará una enorme satisfacción cuando consigas el objetivo marcado, en este caso el superar un examen, un curso o conseguir un título académico.  

A mí me ha costado, pero durante todo el tiempo que he sido (y espero seguir siéndolo alguna temporada más) jugador profesional, he terminado una carrera universitaria (ADE), un curso de diseño gráfico, un Máster en Marketing Online y Redes Sociales y el curso de entrenador de Nivel I. Y en mente tengo hacer el Nivel II y el Superior, y seguir formándome académicamente mientras siga ligado al mundo del deporte. La clave está en la constancia, el sacrificio, la fuerza de voluntad para estudiar cansado o sacrificar horas de jugar a la Play o de ver la tele para estudiar y, sobre todo, en la organización. Si te organizas bien el día es muy largo, y hay horas para todo.

EBIP: Vamos con el test del blog…

SB:

Un color: no tengo un color favorito

Una fragancia: comida recién hecha.

Una canción: el tema de la Euroliga.

Un sentimiento: la satisfacción de hacer las cosas bien

Un libro: la trilogía de El Señor de los Anillos, de JRR Tolkien; Los Pilares de la Tierra, de Ken Follet; o Crónica del Asesino de Reyes, de Patrick Rothfuss.

La compañía perfecta: mi novia.

Un lugar: Asturias.

 
¿Os gustó? Pues tengo que deciros que después de esta conversación durante la comida, en la que hubo de todo, se nos ocurrió que podíamos hacer las fotos de la entrevista en algún sitio especial… Y allá que nos fuimos los tres, nada más y nada menos, que a unos de los lugares de Asturias más impresionantes que he visitado, el Angliru. Acompañados de un día de sol espectacular, acabamos esta entrevista en esa cima desde la que casi se ve el fin del mundo. Espectacular. Casi tanto como él…

Ahí va su dedicatoria y su autógrafo...



 

2 comentarios:

  1. Como siempre. Me dejas sin palabras. Maravillosa entrevista. Un beso Isa

    ResponderEliminar
  2. Como siempre. Me dejas sin palabras. Maravillosa entrevista. Un beso Isa

    ResponderEliminar