jueves, 14 de abril de 2016

Moisés Sánchez y Fran Sánchez, juntos pero no revueltos en el CB Laviana.

Cuando entras por vez primera al Pabellón Deportivo de Pola de Laviana, te das de frente con uno de los mayores “murales” que he visto en mi vida. Los sentimientos de unión, respeto, convivencia y  pertenencia se unen en una enorme pared protagonizada por la bandera de España y la de Asturias, ambas unidas e inseparables. Este hecho simbólico nos da una idea bastante exacta de lo que es y de cómo es el Club Baloncesto Laviana, un club abierto y generoso que acoge a los que por allí hemos ido llegando. Tengo que decir que en Pola de Laviana he encontrado, durante estos años, gente muy familiar que ha ido llegando a nuestra vida para quedarse y espero que sea el caso de este club que tan bien nos ha tratado estos meses.



Hoy, como podéis suponer, vamos a  hablar de ellos, de las personas que lo componen y de su historia y expectativas, así, en general, y no he encontrado a nadie mejor para este reto que Moisés Sánchez, Presidente del club, y Fran Sánchez (siempre juntos, pero no revueltos), entrenadores
ambos del equipo cadete, jugadores y amantes de este deporte que tanto nos gusta y del que tanto disfrutamos. Ambos comparten, además, el equipo sénior: Fran dando las órdenes desde el banquillo y Moisés en la cancha como uno más de un equipo que este año lleva las de ganar, sí o sí, ya que están haciendo un temporadón del que estamos disfrutando todos durante esos ratos de buen basket que nos encantan.

Esta tarde he decidido que no voy a explicarles a ninguno de los dos que no voy a tratarlos de “usted”, no me veo, la verdad… Lo que sí voy a explicarles es que, para mí, este es un “De tú a tú” especial, ya que es la primera vez que tengo sentados frente a mí a dos en lugar de a uno sólo. Espero estar a la altura… Allá vamos.

EBIP: Antes de empezar quiero daros las gracias a ambos por dedicar unos minutos a responder a mis preguntas.

M: Cualquier iniciativa, cuyo objetivo sea fomentar el baloncesto, es bien recibida.
F: Gracias a ti por pensar en nosotros y dar a conocer el CB Laviana.

EBIP: También quiero que sepáis que al acabar la entrevista espero haber conseguido lo que persigo con ella, que es, ni más ni menos, que publicitar un poco la labor del CB Laviana y poner en valor a su cantera, a sus entrenadores y lo que representa en la sociedad en la que desarrolla sus actividades.
Contadnos un poco, para ir abriendo boca, la historia del club y en qué consiste su proyecto.

F: Esa se la dejo a Moisés, que es nuestro Matusalén particular, jejejeje.

M: El Club Baloncesto Laviana como tal se fundó en el año 1999, pero el baloncesto en Pola de Laviana viene ya de los años ochenta. Por aquel entonces, la ACD LAS TOLVAS NALÓN, dirigida por Aladino Suárez, entrenador de baloncesto, y padres de jugadores, entre los que se encontraba mi padre (Moisés Sánchez), decidieron formar un club con tres disciplinas: atletismo, balonmano y baloncesto. Mi padre fue el presidente durante varios años, y trabajó codo con codo con varios padres muy involucrados, sentando  unas bases muy sólidas en las tres disciplinas, ya que se llegó a competir a un nivel muy alto en las tres. La exigencia deportiva y el buen hacer en los despachos llevó al club a codearse con los mejores equipos durante los años 1985 a 1990, años en los que Aladino Suárez implantó una forma de ver el baloncesto transferida de los conocimientos que había adquirido en su etapa anterior como entrenador del Juventud de Badalona. Durante unos años incluso se realizó en Pola de Laviana el Campus de Baloncesto Nacional del Juventud de Badalona, al que venían jugadores de toda España, como Mike Smith o Tomás Jofresa, que conversaban con nosotros y exhibían sus habilidades.
En los años 90 se fue Aladino, varios jugadores lo dejaron y otros ficharon por equipos punteros de la región, como Manolín y Miguel. Además, parte de la junta directiva, que llevaba muchos años en ello, y sus hijos, por motivos de estudios y otras causas, se fueron desvinculando del club, dando paso a una etapa de cierta incertidumbre, durante la cual tuvimos a varios equipos bajo la dirección de otro padre, Tino Canteli (padre de Raúl), que se encontró con la dificultad de no contar con casi nadie que le ayudara y apoyara. Sin duda, con los medios con los que contaba, hizo un gran trabajo. 
Yo participé en el club como jugador durante esos años, hasta que fiché por el Grupo Cultura Covadonga, donde jugué desde 1993 a 1997. Tras este periplo en Gijón, volví al CBL como jugador y también como entrenador de escuela de un equipo alevín masculino del Colegio Elena Sánchez Tamargo. La dirección del club la asumí en 2005 con muy pocos equipos, pero con ganas de hacer cosas y crecer. En los años 2006 y 2007 comenzamos a trabajar con las escuelas deportivas, centrados en el Colegio María Inmaculada debido, principalmente, a que era el colegio de mi hijo Pablo y yo tenía relación con el centro escolar. Comenzamos con un grupo muy pequeño de niños, entrenados por un jugador del junior (Miguelín), en el que teníamos a dos chicas, María y Julia, y a varios chicos (Pablo, Hugo, Adrián,…). Ese fue el comienzo de la generación que, a día de hoy, está agotando la categoría cadete. 
Poco a poco, el club fue cogiendo una dimensión mayor, con resultados visibles, como el subcampeonato alevín en el año 2010, la participación de mi hijo Pablo en el campeonato de España con Asturias o el ascenso a liga nacional del equipo sénior, en una final four organizada en nuestra casa, que resultó ser todo un éxito. 
Actualmente, el trabajo continúa dando sus frutos: el año pasado Fernando participó también en el Campeonato de España mini y este año tenemos a Pablo Manso en la fase de preparación para acudir también al campeonato de España.
 Para mí, es un orgullo formar parte de todo esto y disfruto viendo a todos los críos, y no tan críos, viviendo el baloncesto. Mi deseo es transmitir los valores que, a mi juicio, van unidos a este deporte, como son RESPETO, COMPAÑERISMO, DISCIPLINA, y aprender a disfrutar jugando en equipo, siempre con la filosofía de inculcar a todo el mundo la pertenencia al club y la necesidad de que es imprescindible que todos colaboren para poder seguir creciendo.


EBIP: Ambos sois hombres de baloncesto de toda la vida; os gusta, lo vivís y lo compartís con los chavales a los que entrenáis. ¿Qué mueve a dos padres de familia, con sus trabajos, sus ocupaciones y sus preocupaciones a hacerse cargo de dos equipos tan dispares como son un cadete, con sus adolescentes en todo lo suyo, y un sénior?
M: ¡La pasión por el baloncesto! Sin duda, el baloncesto me ha enseñado mucho a lo largo de todos estos años; lo disfruto como jugador, como entrenador, como padre y como aficionado. El día que no disfrute, lo dejaré. Para mí, es toda una satisfacción ver crecer a estos chavales, con los que llevo casi 10 años, formarse como personas en una sociedad tan compleja como la nuestra. Y aprovecho además para dar las gracias a mi mujer, Eva, ya que sin su apoyo nunca podría haber dedicado tanto tiempo al baloncesto en Laviana. Es, sin duda, un factor determinante.

F: Ufff, ¡mi psicoanalista no me deja enseñar mi informe, jajaja.! ¡Evidentemente, por dinero no es! Fuera de bromas, la respuesta es muy difícil, aunque todo pasa por la pasión por el baloncesto, que es lo que, al final, nos lleva a realizar estas locuras. En mi caso, esta locura dura ya veinticinco temporadas. El baloncesto es una forma de vida, sin duda.  Sé que hay a quien le cuesta entenderlo, pero te aseguro que por muchas decepciones que te lleves (que son muchas), llega un momento en el que ver a un jugador haciendo en la cancha algo de lo que tú le has enseñado, o que esos jugadores a los que has entrenado hace años te vean por la calle o en una cancha y te vengan a saludar y te llamen “entrenador” o “míster”…. Eso hace que los momentos difíciles se olviden.

EBIP: Buscando información para la entrevista, encontré una que le hicieron a Moisés en 2012, muy interesante, en la que ya se veía que el club iba creciendo y afianzándose. ¿Qué ha mejorado y qué ha empeorado desde entonces?
M: Bueno, yo creo que el club ha avanzado correctamente. En los últimos años se han incorporado varios padres y jugadores a la directiva, lo que supone más apoyo y la posibilidad de desarrollar otros proyectos, como traer a Laviana la final del campeonato baby o la final del campeonato benjamín. 
Es importante que la gente se involucre para poder continuar creciendo.  Hoy en día somos un referente en la Cuenca y estamos captando jugadores procedentes de esta zona.


EBIP: La temporada 2014-2015 parece que marcó un antes y un después en el club: nuevo logo, nuevos colores, nuevas equipaciones,… También llegó Fran procedente del CD Art-chivo, donde fue director deportivo, y cuya carrera como entrenador lo llevó hasta la selección asturiana varios años. Además, la cantera se ha ido llenando de niños que poco a poco van iniciándose en este deporte, y de otros procedentes de otros clubes, lo que hace de este proyecto algo ilusionante para los próximos años. ¿Dónde veis al CB Laviana en el futuro?

M: No va a ser fácil, pero la idea es lograr tener equipos en todas las categorías. En eso trabajamos.
 

F: Yo me voy a meter en un terreno que no es el mío, ya que esa respuesta corresponde a la directiva y al Director Deportivo, pero yo creo que el futuro del club no es ni el sénior ni el cadete, sino que pasa por conseguir un baby (categoría en la que se inician niños a partir de cinco años) y mantener a los alevines e infantiles hasta que lleguen al sénior. Al equipo sénior de esta temporada se le acaba el recorrido, ¡los años no pasan en balde!; al cadete yo no lo considero futuro, sino presente, y en uno o dos años tiene que dar el salto para ser un claro referente para los más pequeños, como a día de hoy lo es el equipo sénior masculino.

EBIP: Como vemos cada día, el CB Laviana ha ido año tras año mejorando y dando pequeños pasos hacia lo que es hoy. ¿Cuáles son las expectativas para esta temporada?

M: Este año comenzamos una temporada ilusionante, con tres equipos con opciones de meterse en finales. El alevín, el cadete y el sénior se han configurado con la idea de competir a primer nivel. Los resultados nos están confirmando estos propósitos y, además, nos hemos llevado una grata sorpresa con el infantil, que está compitiendo muy bien, ya que va tercero, a pesar de contar con un equipo formado por cinco infantiles y seis alevines, ¡ahí es nada! En resumidas cuentas, tenemos a cinco equipos, de los seis que componen el club, con serias opciones de disputar finales.

EBIP: Este club ha tenido presencia en la selección asturiana de baloncesto con bastante frecuencia, síntoma de que hay una muy buena cantera y de que se están haciendo las cosas muy bien por aquí. Lógicamente, los equipos que más suenan siempre son los dos grandes, OCB y Grupo, con los que nos estamos midiendo esta temporada y contra los que nos vamos a jugar la final four, si Dios quiere. Explico esto para que los lectores se hagan una idea del nivel del cadete que tenemos este año, equipo, además, al que ambos entrenáis. ¿Satisfechos de momento?
M: Personalmente, muy satisfecho. Ya sabíamos que partíamos con un buen equipo. Hemos logrado que los nuevos jugadores se adapten bien; son un grupo de buenos chicos, y eso se nota.
Este año vinieron al cadete seis jugadores nuevos y su aportación al equipo ha sido muy positiva. Competir con los grandes equipos asturianos, como son OCB y Grupo, es complicado, y, a día de hoy, podemos decir que somos los primeros clasificados dentro de los "equipos terrenales" de la categoría, ya que vamos terceros. Ahora bien, en nuestro ADN no figura la palabra derrota y seguro que vamos a dar guerra en la final four.
 F: Por lo que a mí respecta, muy satisfecho del trabajo con los jugadores y con mi primer entrenador, Moisés, ya que me da libertad para opinar y trabajar con ellos siguiendo la línea previamente marcada por él. Bien es cierto que yo no soy un ayudante al uso, más bien pretendo ser amigo de mis jugadores, aunque mi exigencia en cancha es máxima, especialmente en los entrenos que realizo solo y en los partidos.

EBIP: Fran, ¿hay mucha diferencia entre entrenar en la ciudad y entrenar en la cuenca? ¿Son diferentes los chicos?

F: ¡En algunas cosas, sí! Aquí, en Laviana, he vuelto a poder falar en bable, y nadie me mira raro, jajaja.
Creo que no hay mucha diferencia entre los niños, la verdad. Todo depende de nosotros, los entrenadores; de que el equipo esté contigo o no; de que se realice un trabajo acorde y satisfactorio. Las diferencias, en general, no son muy significativas. Sí que noto una diferencia que no tiene que ver con lo deportivo, sino más bien con la consecución de objetivos, la asistencia a torneos, ese tipo de cosas. El tener entrenadores con trayectoria, una imagen de club (logo, ropa….) y cosas de este estilo, sí que son más valoradas por los jugadores de fuera de las ciudades, quizás por estar menos acostumbrados, ya que los clubs de estas zonas limítrofes tenemos bastantes menos medios y por ello los jugadores quizás tengan un mayor sentimiento de pertenencia.

EBIP: Como digo, os toca lidiar con el equipo cadete, lo que quiere decir que tenéis “proyectos de hombres” en ciernes que, imagino, en ocasiones, serán difícil de dirigir. ¿Algún secreto?

M: Ufff, ¡es complicado! Tienen una edad que hay que pasar, pero tenemos en común algo muy importante: ¡LA PASIÓN POR EL BALONCESTO! Al final, la bola une y los problemas se solucionan.
 
F: Para mí, el único secreto de un entrenador, aparte de sus conocimientos, es que sea justo con todos los jugadores, exija lo mismo que él da en la cancha y sea fiel a sus ideas, especialmente en las categorías de formación, dejando un poco de lado los resultados (aunque sin renunciar a ellos). Los entrenadores debemos dedicarnos a formar jugadores para el futuro y, sobre todo, aportar nuestro granito de arena en la formación como personas de esos jugadores, marcándoles valores de compañerismo y de trabajo en equipo.
Hay una frase que puede definir esto perfectamente y que a mí, personalmente, me encanta:
Un entrenador le dice a su jugador “ten cuidado por dónde caminas”; el jugador responde “ten cuidado tú…
Nosotros te seguimos”.


EBIP: ¿Cómo veis al equipo? ¿Creéis que los chavales están dándolo todo para conseguirlo?
M: El equipo ha estado un poco bajo en las últimas semanas debido a esos egos propios de la edad. No deben olvidar que los más importante es el EQUIPO y que por encima de esto, no hay nada ni nadie. Si no somos equipo, no somos nada, y si se les olvida, no tendremos nada que hacer. Además, estoy seguro de que hay jugadores que pueden dar todavía más de lo que han dado hasta el momento, al igual que sé que hay otros que están aportando su cien por cien. Lo importante para el bien del equipo es que cada uno asuma el rol que tiene dentro y actúe en consecuencia. 
Todos y cada uno de nuestros jugadores son importantes.


F: Bueno, yo creo que el equipo cadete se está acoplando; no en vano, los jugadores que han llegado, a pesar de no disponer de muchos minutos, están haciendo una gran labor en los entrenos y cada día nos están poniendo las cosas más difíciles a los entrenadores.



EBIP: Esta temporada hay varios jugadores cadetes conviviendo con el equipo sénior, tanto en entrenamientos como en partidos oficiales. Imagino que, dada la diferencia de edad, los chicos de quince estarán encantados de compartir afición con chicos más mayores e intentarán en algunos casos “imitar” a los grandes, además de que tienen a su entrenador (Moisés) como compañero de equipo en esta categoría. ¿Es complicada esta convivencia?

M: ¡Para nada! Yo les tengo mucho aprecio a todos ellos. Ten en cuenta que uno de ellos es mi hijo y al resto, a excepción de Jose, les conozco desde niños. A veces, esta relación se invierte en mi contra y es cuando me tengo que poner serio. 
El rol entrenador-compañero, en ocasiones, resulta complicado de llevar, porque en cada situación mi comportamiento no es el mismo y puede que a ellos les descoloque.


F: Hombre, según yo lo veo, no es complicada. Cuando Moisés se pone la camiseta del sénior pasa a ser un jugador más. Así se le trata y así, creo, lo perciben sus compañeros que una hora antes han sido sus jugadores.


EBIP: Tenemos también a algunos jugadores nuevos que han llegado procedentes de otros equipos, por lo que supongo que habéis tenido que rediseñar un poco el rol o la función de cada uno de ellos. ¿Cómo hacéis para que todas las piezas encajen? Contadnos un poco el trabajo que hacen cada uno de ellos.

M: Yo creo que la clave es aprovechar el conjunto, que es quien dirige todo esto. Los roles, en muchos casos, se van forjando sobre la marcha. Es cierto que las carencias que teníamos el año pasado se han reducido, en parte, con las nuevas incorporaciones. La más destacable es la de José Luis García (Joselu), debido a que carecíamos de un jugador fuerte que pudiese hacer labor de ala-pivot e, incluso, de escolta en determinadas situaciones. Por eso insistí mucho en traerle; estaba convencido de que su rol en este equipo sería mucho más importante que el que tenía en el OCB. Es cierto que nos ha aportado mucho, pero  también es cierto que es de esos jugadores que pueden dar más. 
La aportación de Fernando, procedente de la República Dominicana, está siendo muy positiva, ya que viene de jugar un baloncesto diferente; se está esforzando mucho y la verdad es que su rendimiento es muy bueno. 
Los otros cuatro jugadores, Unai, Alex, Elías e Iker, procedentes del Valnalón, algunos con pocos años de entreno, mejoran día a día. 
En líneas generales estoy muy satisfecho con el equipo.


F: Yo tengo que decir que al equipo sénior han llegado cuatro jugadores y su acople ha sido fantástico, tanto en lo deportivo, como en el trato con sus compañeros y conmigo. Lógicamente, al principio les costó un poco meterse en las dinámicas de entrenos, tácticas e, incluso, en la “obligación” de entrenar siempre, pero ya están perfectamente adaptados.
En cuanto al trabajo, no se ha podido hacer un trabajo específico, ya que no tenemos ni medios ni tiempo para hacerlo, por lo que cada entreno hay que aprovecharlo al cien por cien. Eso me obliga a mí, como entrenador, a ser lo suficientemente claro para que los jugadores cojan los conceptos de la forma más rápida posible y aprovechar mucho y bien el mes y medio de pretemporada, tiempo clave en las temporadas y que muchas veces los entrenadores desaprovechamos.


EBIP: Hablemos del sénior, donde Moisés juega y Fran “ordena y manda”. ¿Cuáles son las aspiraciones de este equipo? ¿Orgullosos del resultado?

F: Bueno, el objetivo a principio de temporada era competir en una categoría acorde a nuestras aptitudes deportivas, hecho que hemos conseguido, a pesar de las bajas importantes que arrastrábamos de la temporada anterior y de la llegada de esos jugadores que se han “acoplado”. Hemos conseguido, por el momento, ser un equipo competitivo por encima de las expectativas iniciales, ya que estamos muy cerca del playoff. El objetivo ahora es pasar esa eliminatoria y llegar a la final four de la categoría, que era, ni más ni menos, que nuestro mayor deseo a principios de temporada.
Debo señalar que la expectativa más importante es que los cinco jugadores cadetes, que entrenan y se rotan en las convocatorias del sénior de forma habitual, consigan “salvar” la imposibilidad de subir a la categoría junior, ya que no tenemos, y su aprendizaje y formación, aunque un poco apurada, siga por el camino marcado por la dirección deportiva del club.

M: Sí, la idea de mantener el sénior siempre fue el tener un equipo referente en la máxima categoría, cosa que estamos consiguiendo.
El mayor problema que tenemos es que no hay equipo en categoría junior que sirva para ir forjando a nuevos jugadores. Para solventar este problema se decidió, desde la dirección deportiva, vincular a los cinco jugadores de más nivel del cadete, siendo conscientes de que para ellos sería complicado, pero que les vendría muy bien. La elección ha sido un éxito, ya que los chavales se han adaptado muy bien y compiten a un buen nivel.


EBIP: Por curiosidad, ¿es difícil para vosotros el cambio de rol en el equipo sénior? Me refiero a que ambos entrenáis al cadete y un rato después es Fran el que entrena y Moisés el que recibe las indicaciones como jugador.

M: Llevo muchos años en el baloncesto, he tenido muchos entrenadores a lo largo de estos veintiocho años y siempre me he adaptado bien. Cuando soy jugador no suelo poner en cuestión ninguna decisión; más bien acato órdenes y trato de hacer todo lo que puedo.

F: ¡Jajajaja! Bueno, tener al presidente en el banquillo es cuanto menos arriesgado para mi carrera en el CB Laviana, pero bueno, ¡siempre me gustó vivir al límite!
Hablando en serio, yo, personalmente, creo que no es complicado, porque en ningún caso lo trato como entrenador, sino como a un jugador más, con alabanzas y riñas, con minutos en cancha y con minutos de banquillo cuando no lo hace bien, y de eso, los jugadores más jóvenes, que no son tontos, se dan cuenta y piensan: “si a este le echa broncas y lo sienta en el banquillo, a nosotros sólo nos queda dar el doscientos por cien”. Por tanto, si eres justo con  los jugadores no sueles tener problemas, y Moisés, en el equipo sénior, es jugador y no entrenador ni presidente.



EBIP: Cuando voy a algún partido del equipo sénior y veo a Fran en el banquillo dando órdenes a los hombres, porque son  hombres hechos y derechos, me pregunto muchas veces si es duro el hacerse obedecer.

M: ¡Yo creo que cada vez es más difícil!

F: No es duro hacerte obedecer, pero fácil tampoco es. Hay que convencer a unos hombres con su día a día encima… Ninguno somos profesionales, es algo que hacemos por gusto, y que de vez en cuando haya un “chiflado” que te dé voces, te riña, no te saque a jugar, etc, es duro. Ahí es donde el entrenador juega su papel de ser justo con todos; ahí es donde tienes que conseguir que tus jugadores entiendan que tú eres uno más en el equipo, aunque con un rol distinto al de ellos, que eres un compañero con responsabilidad de mando, pero un compañero más a fin de cuentas y que sólo buscas el bien del conjunto, del equipo, y que ese conjunto está por encima de cualquier individuo, ya sea jugador o forme parte del cuerpo técnico.

EBIP: Moisés, imagino que debe ser tremendo que tu hijo de quince años debute contigo en el equipo sénior y compartir juntos esa afición y “obligación” deportiva. ¿Orgullo o emoción?

M: Me siento muy orgulloso; nunca me había imaginado que esta situación se pudiese producir. Mi hijo se ha empapado de baloncesto desde bien pequeño, ¡creo que ha estado en todos los pabellones de Asturias!, primero en carricoche, después en la grada y por último en las canchas. Ha alcanzado un gran nivel de juego y siempre ha destacado en sus equipos. Sí, estoy muy orgulloso.

EBIP: ¿Qué es la educación deportiva para vosotros?

M: Ese es un concepto muy amplio que aglutina todos los valores intrínsecos del baloncesto como pueden ser respeto, disciplina, compañerismo, competitividad,... Para mí, un deporte de equipo como el basket, transmite a nuestros hijos valores fundamentales para la vida diaria.

F: Dentro de la disciplina del baloncesto, para mí es la enseñanza de valores relacionados con el trabajo en equipo y el sacrificio personal en busca de un objetivo común y nunca individual.
EBIP: Valores como el respeto, la solidaridad, el compañerismo, el enseñar a los chavales a apoyarse en los malos momentos…, han predominado siempre en el deporte, sobre todo, en el baloncesto, según mi experiencia. ¿Creéis que esos valores se están perdiendo o siguen estando ahí aunque ahora se vivan de otro modo? No me refiero a la parte de enseñar que os toca como entrenadores, sino al cómo proyectan los chicos esos valores.
M: En mi opinión, la sociedad ha cambiado mucho; vivimos de manera más independiente e individual que hace unos años y por el camino se van perdiendo valores que yo veo en mi día a día, como la capacidad de sacrificio de nuestros chavales. En este sentido, creo que nosotros, los padres, tenemos algo que decir, no podemos tirar balones fuera y hala... Los críos se están acostumbrando a conseguir, prácticamente siempre, lo que quieren y cuando quieren; viven on line permanentemente... Las relaciones sociales han cambiado, a mi modo de ver, a peor. Por eso creo que cada vez son más importantes los deportes de equipo.

F: Sí, yo también creo que los valores se están perdiendo o, al menos, no son tan firmes como lo eran hace unos años. Todo lo que consumimos de deporte en este país se centra en los rendimientos personales y casi nunca en el conjunto, por lo que es normal que los niños también lo hagan.

EBIP: ¿Participan lo padres lo suficiente de las actividades del club o pensáis que tenéis poco apoyo por ese lado?

M: Desgraciadamente, hoy en día vivimos a tope. Los padres ayudan en la medida de sus posibilidades y, seguramente, podrían involucrarse más, aunque entiendo que es más cómodo mantenerse al margen.

F: Yo no soy quién para decir si se hace lo suficiente o no. Personalmente, con que sean conscientes de que la actividad que realiza su hijo en nuestro club es tan importante, o más, que otras en la formación como persona de su hijo, me daría por satisfecho.
EBIP: Desgraciadamente, hace unos días tuvimos el terrible "honor" de asistir a un espectáculo bochornoso en nuestra casa durante uno de los partidos de los cadetes. Yo ya viví una situación parecida la pasada temporada y os puedo asegurar de que me sentí bastante intimidada e, incluso, atacada. ¿Tenemos un problema generalizado en la grada o creéis que fue un episodio aislado?

M: Ese tema, por lo que al club se refiere, quedó zanjado esa misma semana. El padre implicado nos pidió disculpas y las aceptamos; le explicamos que en nuestro club ese tipo de actitudes están fuera de lugar, aunque se traten de justificar. 
Nunca nos han gustado esas acciones y nunca las apoyaremos. Fue un hecho lamentable que, esperamos, no se repita.


F: Creo que es un hecho aislado, aunque también es justo decir que se repite cada vez con más frecuencia, cosa que hace años no pasaba en nuestro deporte. Pienso que la principal causa de que esto ocurra es el gran desconocimiento, por parte de muchos asistentes a las canchas, de las reglas con las que se juega. Mucha gente no sabe qué son pasos, pero piden antideportivas, por ejemplo. Si supieran el ridículo tan espantoso que hacen de cara a sus hijos que, en la mayoría de los casos estoy seguro de que se avergüenzan de ellos, otro gallo cantaría.

EBIP: ¿El baloncesto es el hermano pequeño del fútbol o están directamente en universos distintos?

M: Ni hermano pequeño ni nada, ¡el fútbol es de otra galaxia! En todos los sentidos, lo del fútbol es inigualable; no lo lograríamos ni teniendo la mejor selección española de baloncesto de todos los tiempos. ¡Ni los Gasol, ni Ricky, ni nadie! A los Messi, Cristiano y demás no hay quien les haga sombra. Una pena, porque en los últimos años se ha visto en este país un baloncesto impresionante, tanto masculino como femenino. Yo fui de los que acudió a ver a la Selección Española en los Premios Príncipe de Asturias en 2006 ilusionado, porque para mí, jugadores de la talla de Pau Gasol, son un referente, tanto dentro como fuera de la cancha (este año acudí a verlos, pero menuda decepción no poder contar con su presencia). No puedo decir lo mismo de ningún jugador de fútbol, que deben de estar tan acostumbrados a los flashes, que se les sube a la cabeza. Una pena.

F: ¡En universos distintos! En este país sólo interesa el fútbol, no hay duda. El resto de deportes sólo interesan el día que se juega una final.
EBIP: ¿Hay suficiente apoyo de las instituciones a este deporte o falta ayuda por este lado?

F: Creo que, en general, todos los deportes que no son fútbol están maltratados, y lo peor es que es así de forma sistemática hasta hacerlos desaparecer o quedar como deportes totalmente residuales.

M: Es cierto, hay muy poco apoyo institucional al baloncesto, en líneas generales. En nuestro caso en particular, en Laviana, la verdad es que no tenemos queja del Patronato Municipal en el sentido de que nos ceden canchas, nos facilitan todo lo que está al alcance de ellos... Pero, debido a la crisis, llevamos muchos años sin ninguna colaboración económica a nivel institucional.
Hoy en día, y para el baloncesto, sólo existe una subvención para determinados eventos con requisitos muy exigentes.

EBIP: Desde hace unos meses tengo una pregunta obligada en cada entrevista y hoy no voy a hacer una excepción. Estos últimos meses el mundo está siendo azotado de una manera muy intensa por la lacra del terrorismo. Asistimos sobrecogidos a la masacre de París, uno más de la larga lista de asesinatos que se cometen a gran escala por parte de los radicales que piensan que el mundo es de ellos y creen que así vamos a claudicar; en España nos levantamos casi cada día con alguna muerte por violencia de género; muchos niños se ven acosados en los colegios por sus propios compañeros… Yo miro al mundo y cada día me asusto más. ¿Creéis que la clase política hace lo que puede o podría hacer mucho más, y no sólo ellos, sino la sociedad en general?

M: La clase política ahora mismo está en otras batallas y a un nivel muy por debajo de la sociedad a la que representa. Creo que la política en España se tiene que profesionalizar. ¿Cómo es posible que en este país haya empresarios que han logrado poner a sus empresas en primera línea mundial y no seamos capaces de tener una clase política a la altura? Hay una brecha importante entre la sociedad y los políticos que, espero, se vaya estrechando en los próximos años por el bien de todos.
El problema de la violencia de género es serio y creo que se debe de trabajar desde la base: en la escuela se debe de fomentar la igualdad, los padres deben de tomar conciencia y la clase política tendrá que favorecer programas que ayuden a trabajar en ello. No se puede mirar a otro lado porque el problema, lejos de desaparecer, irá a más.


F: La clase política es un reflejo de la sociedad, por lo que yo no creo que los políticos no hagan  lo suficiente, sino que hacen lo que la sociedad actual les permite, por omisión o por dejadez absoluta.
EBIP: No creáis que por ser dos os vais a librar de contestar al “test del blog”. Adelante, contadnos algo de lo que no sabemos.

M: Un color: azul.
Una fragancia: Guilty black, de Gucci
Una canción: Princesa, de Joaquín Sabina.
Un sentimiento: felicidad.
Un libro: El Señor de los Anillos, de Tolkien.
La compañía perfecta: Caja Rural de Asturias...
Un lugar:  Benidorm.


F: Un color: rojo.
Una fragancia: Hugo Boss.
Una canción: One, de U2
Un sentimiento: el sentirte realizado con lo que haces.
Un libro: La vida de Magic Jhonson.
La compañía perfecta: mi hija Mónica.
Un lugar: una cancha de baloncesto.

Siempre que llego a este momento me siento y, en silencio, releo el resultado de lo que ha sido "un buen rato". Esta entrevista, por ser especial como ya os he dicho, la he leído muchas veces y, la verdad, es que me encanta. Una vez acabada, me doy cuenta de lo mucho que me recuerda este modesto club, del que hoy hemos hablado, a nuestro CB Águilas. Quizá por eso, sentarme en esta grada, me empieza a resultar casi tan familiar como estar en casa.

Nos deja Moisés estas palabras de despedida, que le agradezco mucho:
"Muchas gracias, Isabel, por darme la oportunidad de dar a conocer mis impresiones acerca de algo en lo que llevo muchos años, como es el baloncesto. Me encanta este deporte, lo practico y, como siempre lo he disfrutado tanto, me gusta enseñar a otros chicos esta disciplina tan maravillosa.
No sé si lo lograré, pero sin duda, ganas no me faltan. Y que duren..."
Por mi parte, y de todo corazón, sólo me queda dar las gracias al CB Laviana, una vez más, por habernos acogido y por haberme dedicado un ratito para conocer un poco mejor la historia y expectativas de este club al que, hoy, pertenecemos.

Fotografía de Pelayo G.

Bss.

No hay comentarios:

Publicar un comentario